Un amigo publicó hace unos meses atrás en su muro de Facebook, el vídeo de un perrito con el siguiente comentario: “Les presento a mi nuevo mejor amigo. Lo adopté ayer en la Fundación Bienestar Animal y aún no le tengo nombre. ¿Alguna sugerencia?” Después de dar click y ver de quien se trataba, muchos aportaron un nombre, incluso yo sugerí uno, Max ! Orion, Chipi, Chispirito, Toy, Yoko, Terry, Fito, Othello y otros más leí en los primeros comentarios.

SIMÓN FUE EL NOMBRE CON EL QUE PIETRO, SU HUMANO SE IDENTIFICÓ. FLACO, CON UN CORTE DE PELO MÁS BIEN SINGULAR Y JUGUETÓN, EL PEQUEÑO CANINO SE VEÍA FELIZ, COMO SI PRESINTIERA QUE SU VIDA CAMBIARÍA EN ESE INSTANTE Y PARA SIEMPRE.

No pude resistir ver el video varias veces, transmitía buena vibra pese a los feíto que se veía, confieso que pensé que mi amigo estaba medio loco, tal vez como yo, que unos años antes recogí uno de la calle, no sé de qué raza y en unas condiciones deplorables, se sentó en la puerta de nuestro hogar varios días, no quedo otra que dejarlo entrar, el Mono Carvajal se llamaba, nos cambió la vida a todos; pero bueno esta es la historia de Simón…

Cuando lo conocí inmediatamente me enganche, parecía un leoncito azabache, con unos ojos de esos que enamoran, y aunque correlón y vital, transmitía calma. Se convirtió en unos días en un “empleado” más de SIMPL, la empresa de Pietro, digamos que su cargo era, terapeuta ocupacional.

Ya habían pasado algunos meses desde que Simón tenía una nueva vida, ganó peso y se veía mucho mejor, no había sido fácil, un par de problemas en la piel, una operación en una de sus patas traseras y otra por venir ya hacían parte de su historial veterinario.

En marzo de este año el plan fue salir algunos días a pedalear con unos amigos, para hacer la preruta de un nuevo tourEn la Ruta del Agua lo llamé; pues bien la novedad fue que Simón viajaría con nosotros…

La imagen principal de este articulo pertenece a Pietro Gómez, quien también produjo y editó el vídeo.

Con anterioridad hicimos algunos ajustes a la bicicleta de Pietro, instalamos un portaequipajes delantero y un par de alforjas más, él que es bastante creativo, adecuó una canasta plástica al portaequipajes trasero, hizo algunos ensayos previendo eventualidades como la lluvia o que Simón en su emoción no fuera a lanzarse a la vía.

El día del encuentro llegó y todos los viajeros estábamos a la expectativa esperando con ansiedad al nuevo aventurero. Fue emocionante verlo llegar en esa pequeña tribuna, parecía un viajero experimentado, del lado izquierdo pasaba al derecho, miraba para atrás, e incluso aprendió a salirse del canasto plástico, para pararse en las alforjas y sacar la cabeza hacia un lado y mirar hacia adelante.

Cada parada nuestra era la oportunidad para que Simón orinara, aunque él se hacia sentir cuando el cuerpo le pedía un árbol para levantar la pata. Las comidas eran a horas, 2 porciones al día y en pequeñas cantidades lo que tampoco era un lastre. En un par de lugares hizo frío,  así que cuando llegaba la noche casi que reclamaba su buso, y más tarde cansado de estar a sus anchas, corretiando de arriba para abajo, o haciendo amigos, buscaba su sitio en la carpa de su mejor amigo.

Cada uno de nosotros tuvo que ver con el maravilloso acompañante, también los transeúntes que cruzamos a nuestro camino, hasta conductores emocionados sonaban sus bocinas cuando sus miradas incrédulas veían la melena del canino revolar. Acampamos en bellos parajes y disfrutamos en las montañas de los ríos dulces del oriente de Antioquia.

ecoturismo en el oriente de antioquiaCampamento en Guarne

Hace unos pocos días el “papá” de Simón decidió traer a la vida a un nuevo integrante de esta singular familia, durante varios días incubo varios huevos abandonados de los patos de su finca, uno de ellos dio a luz, hoy Nico el Pato tiene 8 semanas de vida, es un experto nadador y seguro muy pronto un cicloviajero más…